Diferencias Creativas

Creative Differences

País: Australia

Director: Jeremy Below

Género: Shakespeare es marca registrada.

“Buena historia” dice el policía al terminar de leer el manuscrito de la última novela de Saúl Geddes, Creative Differences, que le fue entregada vía postal directamente a su domicilio junto con el número telefónico del escritor. El policía toma su celular y ordena a sus colaboradores que detengan al escritor “con calma, sí, con calma” pues muy probablemente esté esperándolos en su propia casa. En Creative Differences (2011), del realizador australiano Jeremy Below, es difícil decir si el film quiere asentar desde los primeros minutos que si bien en esta historia hay asesinos, cadáveres y policías, no es un film policiaco, o, muy al contrario, solo la sangre regada es un efecto colateral de una historia oculta y que aún no vemos.

Saúl Geddes es un exitoso escritor de novelas policiacas que atraviesa una profunda crisis de inspiración. Su editor, que siempre parece tener un cigarro encendido en la mano y nunca fumarlo, le propone contratar un Ghost Writer que reescriba su última novela, pues la última producción de Saúl Geddes “apesta como ninguna otra”. Geddes, ofendido, al principio se rehusa, pero la presión del editor es grande y hay fechas comprometidas para el lanzamiento y la gira de presentación que le sigue. Geddes accede de mala gana y el Ghost Writer, quien resulta ser una mujer muy atractiva, empieza a trabajar y a realizar un gran trabajo ante la mirada sorprendida del escritor, quien atraído por la mujer pero celoso del escritor, reconoce que esta desconocida escritora tiene, de hecho, mucho más talento que él, la celebridad literaria. “Te imaginaba más alto y más violento”, le dice la sustituta al escritor durante su primera reunión de trabajo en las oficinas del editor. “Yo nunca fui capaz de imaginarte” le responde un Saúl Geddes cada vez más nervioso y sin saber cómo comportarse frente a esta mujer.

Diferencias Creativas es una fantasía cinematográfica sobre el talento y la obra de arte, o para decirlo en otras palabras, es una película que explora el frágil arte de la creación. El mundo dentro el film es real, pero los artistas no son todo menos comunes y son la principal fuente de significado en la historia. En cuanto la atractiva Ghost Writer termina de reescribir la novela de Geddes este la invita a cenar para celebrar y la seduce, para luego acostarse con ella y matarla mientras duerme. El libro sale a la venta y es un bestseller instantáneo. Saúl Geddes logra relanzar su carrera y de paso alegrar tanto a su editor que este no hace muchas preguntas más sobre la desaparición de la Ghost Writer. Todo parece ir muy bien hasta que durante una de las lecturas públicas del libro, un aspirante a escritor se acerca a Geddes para pedirle su autógrafo y algún consejo para su primer libro. Geddes, magnánimo, le pregunta sobre la historia del libro y escucha todos los detalles de su relación con la Ghost Writer y el trágico final de esta mientras dormía en casa del escritor. ¿Hubo algún intento de chantaje? El director parece haber preferido no enfrentar la cuestión e inmediatamente después de esa escena vemos a Geddes cancelar una entrevista y abandonar la presentación.

El principal problema de Diferencias Creativas es que la trama es mucho más banal que las preguntas que busca formular en la audiencia ¿por qué los creadores son tan llorones? ¿De verdad la Monalisa es Leonardo da Vinci versión drag queen? ¿Alguien recuerda quién es José Luis Cuevas? Saúl Geddes decide entonces y después de quemar todos sus libros publicados, escribir la historia de su relación con la Ghost Writer, pero en lugar de publicarla, la envía por correo certificado a un policía que conoció durante un programa de televisión. La historia que es aceptada por un juez como una confesión del asesinato, es tomada por el editor de Geddes y la publica mientras este es enjuiciado y encarcelado. Un segundo bestseller se agrega a la ya de por sí abultada cuenta del escritor ahora preso. A esta altura, el film dejó de contar la historia de un crimen artístico y empezó a ser un crimen real. Varios años después, Geddes sale de prisión inmensamente rico, pero sin nadie de su familia lo reciba mas que su editor. Y como si fuera un plan trazado en los más mínimos detalles, Geddes junto con su editor toman un taxi y se dirige a un barrio a las afueras de la ciudad y se encierra en un hotel de baja categoría que su editor le había reservado, no sin antes comprarle una computadora y una impresora. Ya una vez instalado empieza a escribir la que, tal vez, será su primera y última obra maestra cuyo título es, por supuesto, Diferencias Creativas Parte 2.

Cualquiera que sea la respuesta que el Jeremy Below haya querido articular dentro del film, falla estrepitósamente. El único personaje que podía responder y dar sentido a las motivaciones creativas de Saúl Geddes no era la Ghost Writer como se podría suponer, sino el editor; siempre hablando sin pausas para que nadie pueda interrumpirlo. El editor siempre fomentó la avaricia del escritor sin importar el talento o la calidad del texto. Pero el director prefirió mantener a este personaje como un catalizador de las acciones del protagonista y nunca lo dotó de más acciones, como si el editor fuera el verdadero creativo detrás de la historia, ese quien decide lo que va a pasar con su héroe: rechazó su última novela, le propuso la idea de reescribirla, le presentó a la Ghost Writer, ignoró la desaparición de esta, tomó la confesión de Geddes y la publicó, lo recibe cuando sale de la cárcel solo para atrincherarlo en un hotel con menos estrellas que el canal de las estrellas y solo le queda sentarse y esperar la verdadera obra maestra del escritor. ¿Quién es entonces el verdadero creador de Diferencias Creativas? ¿El realizador Jeremy Below? ¿El protagonista Saúl Geddes? ¿O el editor que nunca perdió el control de la producción ni de la vida de su más exitoso autor? El creativo nunca está donde todos lo buscan, y esa es la única diferencia creativa que realmente importa.